Hijo, nunca fui bueno dando consejos
pero igual intentare con esmero
decirte algunas cosas de provecho
por ejemplo:
aprovecha los días de frío
son buenos para los abrazos
como buenos son los días de calor
para soltar prenda y desnudarse
también los días templados tienen lo suyo:
la primavera (ya se sabe ) se invento
para retozar en los yuyos.
las noches en cambio son un misterio
respecto a ella solo te puedo sugerir
lo que dice aquella canción
que un viejo amigo canto:
Consíguete una buena compañía
para ver las estrellas.
Asume y en vez de porquerías
consume cosas bellas
aconsejar no es fácil
por eso mi madre ( siempre tan practica)
en lugar de perder el tiempo en vanos consejos.
decidió con infinito esmero dedicarse
a corregir todo lo defectuoso que existe en mi
Su frase preferida fue una advertencia
que a todo momento como un mantra
una y otra vez siempre me repitió:
¡no se te ocurra … no se te ocurra…!
(Allí donde se ven puntos suspensivos el amable lector puede colocar
Todo lo que su imaginación le dicta y mucho, muchísimo más)
Cambiaban los escenarios, el tiempo, los personajes o la situación
Pero la advertencia recurrente jamás nunca falto.
Verano en la playa:
No se te ocurra bañarte después de comer!!!
Invierno al ir al colegio:
No se te ocurra salir sin bufanda ¡!!
En la adolescencia:
No se te ocurra acostarte sin bañarte.!!!
En la juventud:
No se te ocurra casarte con esa chiruza ¡!!
Pero resulta que a mí
no se si por capricho o por falta de inspiración
siempre se me ocurrió hacer todo aquello
que empecinadamente me decían que no.
Mi abuelo Toribio siempre tan ecuánime
me decía sin animo alguno de aconsejar:
“¡ Luisito, no te preocupes de más
Son cosas que ocurren nomas!”
Los abuelos, sin la presión de convertir a los hijos en los mejores, aconsejan mucho mejor que los padres.
ResponderEliminarbesos
Me encanta escuchar consejos son producto de la sabiduría
ResponderEliminarInteresante estos tuyos y te tu sabia madre
Besos
Brillante.
ResponderEliminarY el abuelo tenía razón, eso sin quitarle mérito al trabajo de madre.Pobres madres/padres,al final:
"Los nietos son el regalo que la vida nos da por habernos aguantado sin matar a los hijos"...
Los primeros buenos consejos son. Los de la madre más que consejos advertencias. Y el del abuelo de amor.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Los primeros me encantaron, los de la madre son de todas las madres, la mia tambien, jaja. Un abrazo
ResponderEliminarToribio sabía de la vida.
ResponderEliminarSi.
Saludos.
Todas las madres tenemos esa densidad =(
ResponderEliminarCuando fui hija padecí los "no se te ocurra" de mi vieja, que por supuesto hice lo que se me ocurrió y en otras obedecí amorosamente. Y me dije cuando tenga mis hijos no seré así de pesada y leeeentaaamenteeee, leeeveeemente, para luego pasar a ser claramente y ahora ya definitivamente una copia feroz de mi vieja, entonces mis hijas cuando me vuelvo un plomazo, me dicen "abuela Pepa, deja ya el cuerpo de nuestra madre, fuera" O "madre estás poseída por la abuela, libérala mujer" y me hacen reír tanto que digo maaa siii, salí sin bufanda, con 5 grados no querés llevar campera????? ¡¡¡c...de fríoooo!!! Y chau!!
Besos!!
Qué amor tu abuelo Toribio =)
Buenos y sabios consejos que pueden parecer tediosos... pero sólo cuando transcurre el tiempo y de hijos pasamos a ser padres es cuándo realmente damos el valor que esos consejos tienen.. Un abrazo.
ResponderEliminarSabio consejo el del abuelo Toribio.
ResponderEliminarConsejos y advertencias vistas desde un perspectiva amable, divertida.
El mantra de la madre, fantástico "no se te ocurra....!
un abrazo.