Flor y su pasión.

Cuando comencé mi carrera como educador no formal trabajando con niños en situación de calle, sabía que la música era un instrumento de transformación y viví la experiencia de ver como gurises desertores de la escuela, encontraban en la música no solo un medio de expresión, sino también un camino de realización personal y de integración social. Descubrí lo que significa la resiliencia de manera práctica .He aquí algunas definiciones de resiliencia:
La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas.
E. Chávez y E. Yturralde (2006)

Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e inclusive, ser transformados por ellas.
Grotberg (1995)


Hace ya algunos años que, por motivos de salud, no trabajo mas con gurises de la calle.
Ahora me dedico a la educación de adolescentes “difíciles” ( aunque a decir verdad me pregunto si existen adolescentes “fáciles”) Se les llama de “contexto critico”,un lamentable eufemismo para evitar decir que son pobres ,producto de una sociedad que margina a aquello que incomoda .
Es así que muchos jóvenes talentosos son estigmatizados por haber nacido en “zonas rojas”. Pero por suerte hay programas educativos que apuestan a una educación sin exclusiones sociales como es el caso del Grupo Sonantes http://ceibalsonante.blogspot.com/ donde con afecto, buena onda y pasión los docentes enseñan instrumentos de cuerda a chicos que si no fuera por este programa, se les haría casi imposible acceder a un instrumento como el violín, contrabajo o violoncello.

Son muchas las preocupaciones y “dolores de cabeza” que mi trabajo como educador me proporciona, pero también hay momentos de alegría que compensan todos los momentos difíciles vividos. Tengo la fortuna de ser el educador referente de Florencia en el programa APAP que busca la autonomía y protagonismo de los jóvenes y adolescentes.
Es así que conocí a Flor, una chica que brilla con luz propia y que a pesar de las dificultades y adversidades que le ha tocado vivir, ha podido rescatarse a si misma a través de la belleza, del arte y la música. Su arma: un violoncello, que abraza, acaricia, con el cual juega, se enoja, se pelea y vuelve de nuevo a enamorar. Todo un ejemplo de resiliencia.
Aquí les dejo un video donde no puedo disimular mi orgullo cada vez que la veo hablando de su pasión por la música.