martes, 16 de octubre de 2012

Y eso es el amor...


Y eso es el amor...

 Se trata de convocar a las personas que uno quiere.
Se trata de compartir con ellos tiempo, una comida que uno ha preparado imaginándolos como comensales, o un té fragante, o un café aromático. Se trata de observarlos, de oírlos. Entonces se los ve bajo nuevas y diferentes luces, se sorprende uno volviendo a descubrirlos, y se escucha el sonido único y especial de sus voces y el contenido nutricio de sus palabras.                                                           
 No hacen ni dicen nada especial y eso es lo bueno. Están allí y uno los recibe, se impregna de ellos, del vínculo que lo une a esos seres. Y al recibirlos, al percibirlos, al pasarlos por el corazón uno se da cuenta de que puede decirle a cada una de esas personas algo.            
  Algo que es sólo para ella, algo que la hace única en la vida de uno, algo por lo cual su presencia, al tocar la propia vida (mi vida, de ella hablo) la ha mejorado, la ha hecho valiosa.        
Y uno agradece tenerlos como amigos, como padres, como hijo, como la mujer elegida, y siente, uno siente, que esos seres son portadores de una bendición. Uno se siente bendecido. Y vuelve a agradecer, rogando haber tocado del mismo modo a esas vidas, a una vida, a cualquier vida. Y uno, esa noche, en ese momento, en ese instante sagrado, sabe que ha conocido la experiencia del amor. Y comprende que para eso vivimos.



S:Sinay.












4 comentarios:

  1. Es un texto precioso que guarde una gran verdad. Puede pasar mucho tiempo sin conocer a una persona que produzca en ti esa sensación pero cuando se le conoce, es inconfundible. Me ha encantado.

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  2. Muy buena entrada ... Un sonoro beso

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  3. Una entrada preciosa y muy verdadera. Un beso!

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