Para habituarme a los milagros
nuestros de cada día.
esparcí asombros en cada rincón de mi cuarto
abri la ventana y los espantos en
puntillas de pie
se diluyeron ante la caricia tibia
de la luz solar
No me cabe duda: hoy por un
instante
Sin saberlo supe ser amigo de la eternidad
Eso sucede, es verdad. De pronto te das cuenta que eso te está pasando, qué bien que lo pudiste decir en estos versos.
ResponderEliminarBesos!
Esparcir asombros en cada rincón del cuarto es una buena táctica para no olvidarse de que, a pesar de todo, la vida es bella... :)
ResponderEliminarHermosas palabras... :)